Mariposas de amor, cocuyos chispeantes
quince años después,
sesenta y quince comprimidos en un beso,
eterno beso en un punto de luz,
enamorado,
gracias, Señor de renovadas Maravillas...
Lograste reunirnos en un beso inolvidable,
tal vez de segundos eternos,
horas,
siglos...
en un punto de luz, labios fundidos,
miradas penetrando los adentros
mientras las lenguas exploraban las entrañas
de dos amantes escapados del tiempo,
flotando por un momento eterno.
Señor de Maravillas demoradas:
Valió la pena
quince años después enamorarme.
Karfu
con mariposas estomacales
2017
Hace 15 años, al dejarme mi amante mexicano, pedí al Señor de las Maravillas de Puebla (México)volver a enamorarme como un puro pendejo quinceañero.
ResponderEliminarQuince años después se me concedió la gracia.