José Alfredo es empleado de la sauna gay Acrópolis, en Buenos Aires, en Palermo, junto al Botánico. Pelo negro rizado, recogido con una cinta, barba de tres día, fibrado, 28 años de semental ardiente.
Aquella tarde entró un poco antes a trabajar para ver si se ligaba a un cliente, sentía una presión en los huevos que le pedía guerra.
Humberto, un turista mexicano nuevo en el local, le había echado ojitos de deseo al pasar hacia ese cuarto oscuro.
Buen mamador, Humberto se apresuró a chupársela ante el ofrecimiento...
...Pero algo vio José Alfredo por la cortina entreabierta que le llamó la atención mientras se la mamaba Humberto con dedicación. Algo que le sorprendió, justo en el momento en que se venía... ¿Qué había visto por la rendija de la cortina que le hizo poner esa cara de sorpresa, él acostumbrado a ver folletaje diario?
Quien le estaba comiendo el culo con fruición a Karfu, en medio de un corro de mirones era...
...¡su jefe!
PD. Humberto le contó poco después a Karfu que no quiso seguir tras la mamada, porque José Alfredo olía fuerte a sudor de macho semental. Karfu, excitado como perra en celo, se lanzó a buscarlo por la sauna. Cuando lo encontró, ya iba con el uniforme de empleado llevando unas toallas. José Alfredo pasó a su lado devolviendo la mirada comprometedora de Karfu
con otra mirada pícara y burlona a la vez.
Pasó de largo...
Y Karfu se quedó tocado, mirando su culazo al pasar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario